♥ Cien años de soledad ♥

Cien años de Soledad representa una novela llamada obra maestra escrita por Gabriel García Márquez, oscilando entre “Realismo mágico y realismo maravilloso”.  Esta novela cuenta la historia generación tras generación de la familia Buendía y Úrsula Iguarán, en el transcurso de cien años, la cual es una pareja de primos, que, debido a este parentesco, tiene miedo de consumar la relación, porque existe la creencia de que sus hijos nacerían con cola de cerdo o iguana por la cercanía sanguínea con su esposo; incluso se llegó a cuestionar la hombría de José Arcadio Buendía, quien llegó a asesinar a su rival, Prudencio Aguilar, cuyo fantasma lo perseguía continuamente más adelante. Finalmente, Úrsula y José Arcadio Buendía deciden por fin consumar su matrimonio; pero debido al tormento del fantasma, junto a un grupo de familias, deciden abandonar el pueblo y atravesar la sierra buscando el mar. Durante la búsqueda nace su primer hijo, también llamado José Arcadio, y una noche José Arcadio Buendía sueña con una ciudad ruidosa con casas de paredes de espejo llamada Macondo. Al día siguiente, este manda a derribar los árboles y al lado del río, fundan Macondo. En este pueblo nacen sus otros dos hijos, Aureliano y Amaranta, cuyos nombres junto al de José Arcadio, se repetirían en sus futuras generaciones.

Cuando la familia al fin se estableció en Macondo, empiezan las visitas de unos gitanos que mensualmente llevaban nuevos inventos como lo fueron la lupa, el imán y el hielo. José Arcadio Buendía se obsesiona con estos inventos y teorías; además logra establecer una agradable amistad con el líder de los gitanos llamado Melquíades, quien le regala un laboratorio de alquimia. Este personaje a lo largo de la historia muere y resucita en reiteradas ocasiones.

Al pueblo llega una peculiar niña, que llevaba consigo en un saco los huesos de sus padres, esta niña llamada Rebeca quien al parecer es una prima lejana de la familia, tiene el vicio de comer tierra y chuparse los dedos, costumbres que elimina Úrsula con esfuerzo. Al cabo de unos días la peste del insomnio y del olvido, invade al pueblo de Macondo, haciendo que sus habitantes pierdan la capacidad de recordar, aunque días después, Melquíades vuelve de la muerte y consigue una cura para el pueblo, por lo cual José Arcadio Buendía en agradecimiento, lo invita a quedarse a vivir en su casa. Durante su estadía Melquíades escribe unos pergaminos que nadie pudo descifrar por casi cien años.

Melquiades es el primer entierro del pueblo, luego de caerse en un hoyo y morir ahogado; José Arcadio Buendía no quería enterrar a su compañero, pero lo termina aceptando.

José Arcadio Buendía por su afán de estudiar, pierde la cordura y muere atado a un árbol, mientras que Úrsula queda encargada de su familia y logra vivir por más de cien años. José Arcadio su hijo, mantiene relaciones con una mujer llamada Pilar Ternera, una joven mujer que leía las barajas y ayudaba a Úrsula con las labores del hogar. Ésta queda embarazada, su hijo es llamado Arcadio y es criado en casa de Úrsula; esta historia se repite cuando Aureliano al igual que su hermano más adelante, mantiene relaciones con Pilar Ternera y se entera que va a tener un hijo de ella. A pesar del embarazo de Pilar, Aureliano se casa con Remedios, quien es la hija menor de Don Apolinar Moscote. Después de un tiempo, con mucho esfuerzo de convencimiento, Remedios de apenas 9 años de edad queda embarazada de gemelos, pero muere antes del parto debido a su corta edad para concebir.

Aureliano se convierte en coronel al estallar la guerra civil, abandona Macondo para dirigir un ejército de resistencia. Durante la guerra tiene 17 hijos, cada uno de mujeres distintas, en donde uno de ellos, Aureliano el triste, ve los inventos de alquimia y con ayuda de los papeles crea el hielo y luego el helado. Posteriormente el coronel Aureliano Buendía presencia como un gringo mataba a un niño inocente por lo que expresó sentimiento de odio hacia ellos y los dichos gringos deciden matar a sus 17 hijos en la misma semana a excepción de Aureliano Amador quién logra escapar. En su ausencia Arcadio es designado jefe civil y militar del pueblo, pero se convierte en un dictador autoritario, y muere fusilado. Aureliano por otra parte, se cansa de los enfrentamientos y decide firmar un tratado de paz. Más adelante intenta suicidarse, pero no muere y pasa el resto de su vida fabricando pescaditos de oro encerrado en su casa.

Macondo con la llegada del ferrocarril, se convierte en un centro importante, con un telégrafo, gramófono y un cine. Este importante avance atrae a los extranjeros quienes cerca del pueblo ponen una siembra bananera, la cual controló a Macondo por un corto período. Luego de un tiempo los trabajadores se declaran en huelga y los dueños de la plantación bananera se dirigen al ejército nacional quienes fusilan a los trabajadores. Después de la masacre, llueve por cuatro años, once meses y dos días; al terminar las lluvias, Úrsula muere con 120 años. Nace otro Aureliano Buendía, el penúltimo de la familia; aunque cuando se logra leer los pergaminos de Melquíades se descubre que es hijo ilegítimo y su apellido debe ser Babilonia.

En el pueblo quedan muy pocos miembros de la familia ya que han transcurrido varias generaciones, y ya ni se acuerdan de los Buendía. Al pueblo llega Amaranta Úrsula, quien tiene un romance con su sobrino Aureliano, siéndole infiel a su esposo Gastón. Aureliano se obsesiona con la tarea de descifrar los pergaminos y Amaranta Úrsula queda embarazada, convirtiendo parte de los miedos de Úrsula en una realidad, pues él bebe nace con cola de cerdo. Durante el parto Amaranta Muere desangrada y Aureliano desesperado sale de la casa para buscar ayuda pero Macondo para ese tiempo era un pueblo abandonado; cuando regresa se da cuenta que una plaga de hormigas que se encontraba allí se estaban comiendo a su hijo acabado de nacer y es en ese entonces cuando recuerda que en los pergaminos está escrito que “El primero de la estirpe está amarrado en un árbol y al último se lo están comiendo las hormigas”. Es ahí cuando este entiende que Melquíades en sus pergaminos había presentido el destino de la familia Buendía porque, como dice el autor de este libro, “las estirpes condenadas a cien años de soledad no tienen una segunda oportunidad sobre la Tierra”, falleciendo Aureliano al terminar de leer los pergaminos por unas fuertes ráfagas de viento que atacan Macondo.